Del latín aequalĭtas, la igualdad
es la correspondencia y proporción resultante de muchas partes que componen un
todo uniforme. El término permite nombrar a la conformidad de algo con otra
cosa en su forma, cantidad, calidad o naturaleza.
En el campo de la matemática, una
igualdad es una equivalencia de dos expresiones o cantidades. Estos factores,
para ser iguales, deben tener el mismo valor. Por ejemplo: A+B = C+D se cumple
si A=2, B=3, C=4 y D=1, entre otros casos. De este modo, 2+3 es igual a 4+1.
Ambas expresiones tienen el mismo valor por resultado (5).
Se conoce como igualdad social al
contexto o situación donde las personas tienen los mismos derechos y las mismas
oportunidades en un determinado aspecto o a nivel general. La igualdad de sexo
o igualdad de género hace referencia a estandarizar las oportunidades
existentes de modo tal que puedan repartirse de manera justa entre hombres y
mujeres.
La igualdad de razas es otra
forma de igualdad: esta noción sostiene que todas las personas deben gozar de
los mismos derechos para que no exista la discriminación. En Sudáfrica, en la
época del apartheid, no se cumplía con la igualdad de razas y la población
negra era explotada por los blancos.
La igualdad ante la ley es un
principio que reconoce que todos los ciudadanos tienen capacidad para los
mismos derechos. Resulta evidente que, si no hay igualdad de razas, no existe
la igualdad ante la ley. Este concepto también supone que la Justicia no
prejuzga.
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